Me quemo en el bosque. Me cuelgo en tu balcón. Desde tu oficina veras el resplandor. Me quemo en tu desmonte para tu economía Ensangrentado huyo del fuego y de su ira. Cegado por el humo, lleno de cobardía Pienso en las especies y en mi pequeña cría. Un muro de llamas, un suelo de brazas Una cortina de humo, un yacaré que me abraza Pensar causa y efecto, que su empatía rechaza Mi tierra otra vez llora y no ven la amenaza. Extraño mi paisaje y la vegetación Falta de lluvia y vientos, para mi confusión. Áreas de pastoreo son hoy mi sumisión. Sabios arboles viejos, hoy solo plantación. Me entrego, ya no puedo enfrentar al calor Junto con otros bichos sufrimos de dolor. Mi pana ya se ha ido, no tengo oxígeno. El ave fénix sabe que esto es un infierno. Resplandor, veras el resplandor, el resplandor.